Como se puede adivinar, el libro es una continuación de las dos partes anteriores de la historia de la vida de los habitantes de un pequeño pueblo llamado Crosby. A la primera vista cada una de las familias del pueblo lleva una vida tranquila, incluso aburrida. Sin embargo, si te fijaras en las aventuras y rutinas de cada una de ellas, verías cómo sus caminos se cruzan de forma interesante, y cómo acontecimientos familiares aparentemente pequeños e insignificantes pueden ser el fin del mundo para alguien.
Leí este libro sobre todo en trenes y viajes. Cumplió la función que quería al cien por ciento: me hizo olvidar la realidad, me introdujo en otro mundo y me dio la sensación de ser una de los habitantes del pueblo de Crosby por un rato.