En cuanto al lenguaje, en este caso es mucho más sofisticado que en el libro de la periodista Veronica del Castillo “Tu eres un milagro”. La posible razón de esto es el hecho de que mientras, tanto “Tu eres un milagro” como “El libro de oro” tocan las mismas cosas fundamentales para el desarrollo personal, el crecimiento personal o el logro de metas y el aprovechamiento de oportunidades, el segundo libro se basa más en técnicas prácticas confirmadas por declaraciones científicas. La autora nos cuenta sobre las técnicas de respiración, la capacidad de lidiar con personas con actitudes negativas hacia nosotros y de la importancia de la manera de la que hablamos con nosotros mismos. Alejandra muchas veces rechaza los principios de la lógica y demuestra que nuestra energía y nuestro interior no conocen el concepto de tiempo o no tienen límites, por eso pueden llevarnos en la vida a lugares que en nuestra conciencia ni siquiera existen.
Sin embargo, también explica en un lenguaje sencillo cómo la repetición de ciertos patrones y el enfoque en objetivos y aspectos positivos cambian las conexiones nerviosas en nuestro cerebro y hacen que nuestra energía se materialice. Como lingüista, obviamente mi mayor atención se centró en el capítulo titulado «El lenguaje es acción, hablar es actuar». Las historias muy bien redactadas de cómo el lenguaje y las distinciones lingüísticas generan más oportunidades, nos recuerdan que nuestras declaraciones son un acto lingüístico más poderoso que existe. Estas son capaces de cambiar nuestra realidad, lo que la autora sustenta con maravillosos ejemplos de la vida cotidiana, que por ahora no quiero revelar 🙂 Recuerda: la vida pasa en tu cabeza todo el tiempo!
